viernes, 21 de octubre de 2011

Inmigrantes y Nativos digitales: problemas de un estereotipo

En estos días se ha publicado la edición en castellano del libro de Don Tapscott, Grown up Digital, traducido como La era digital (McGraw Hill). El subtítulo es “Cómo la generación net está transformando al mundo”. Tapscott fue el primero que escribió sobre el tema de los nativos digitales en un libro previo de 1998, Growing up digital, the rise of the net generation.
Pero el que acuñó los términos nativos digitales/inmigrantes digitales fue Marc Prensky en un artículo de 2001.
Tapscott y Prensky se refieren al mismo fenómeno, la generación nacida después de 1981, también llamados milenarios o generación Y. Es el 27% de la población estadounidense y la primera en crecer junto con las computadoras, internet y otras tecnologías digitales. Están inmersos en la tecnología. Esta generación “piensa y procesa la información en forma diferente a sus precedesoras” (Prensky) y “son la generación más inteligente de todos los tiempos” (Tapscott). Entender a esta generación, que está entrando al mercado laboral y a la universidad, es por lo tanto clave para muchas instituciones, incluyendo a las empresas y el sistema educativo. Pero sobre todo, son la nueva generación de consumidores. “Las empresas están ansiosas por comprenderlos porque ellos ganan y gastan grandes cantidades de dinero”, dice Tapscott (pag. 188).
Para ayudarnos a comprenderlos, aquí están Tapscott, Prensky y varios otros gurúes y consultores. (Hace un tiempo que vengo pensando que a muchas de las afirmaciones de algunos consultores habría que aplicarles una tasa de descuento. Por supuesto que hay trabajos excelentes y valiosos, que ayudan a pensar, pero al mismo tiempo tienen un incentivo para exagerar. Todo es revolucionario, nunca visto, sin precedentes. Si el cambio es tan veloz, entonces hay que contratar los servicios de los consultores, comprar sus libros y escuchar sus conferencias, para no quedarse afuera y entender qué es lo que está ocurriendo. En fin. No digo que nada cambie, pero ni tanto ni tan poco).
Un problema importante de los trabajos de los gurúes es su base empírica. La mayor parte de los primeros trabajos de los teóricos de la generación digital estuvo basado en evidencias anecdóticas y especulaciones. El último libro de Tapscott es una excepción: está sustentado en un estudio de 4 millones de dólares financiado por grandes compañías que incluyó entrevistas a 10.000 personas. El detalle, dice Mark Bullen, un profesor canadiense (y compatriota de Tapscott) es que los datos fueron reunidos sobre personas que ya están comprometidas con las tecnologías digitales, como usuarios de internet, facebook y foros de discusión online. Es una muestra sesgada: si el propósito de la investigación es saber cuán comprometida está esta generación con la tecnologìa digital y si hay diferencias generacionales, los resultados posiblemente habrían sido diferentes si se hubiera incluido en la muestra a personas que no son usuarios activos de la tecnología. Un segundo problema, agrega Bullen, es que al tratarse de una investigación privada, no está disponible para el escrutinio académico.

El blog de Bullen, NetGenSkeptic, aporta una montaña de investigaciones y documentos para pensar críticamente la cuestión de los inmigrantes y nativos digitales. Leyendo varios de los posts, me quedé con la impresión de que mucho de lo que se sostiene en los libros de los gurúes acerca de la nueva generación digital parece una generalización, un estereotipo, un cliché..En principio, la generación de los nativos digitales no es homogénea.
“El cuadro que comienza a surgir de la investigación de las relaciones de las personas jóvenes con la tecnología es mucho más compleja de lo que sugiere la caracterización de los nativos digitales”, dicen Sue Bennett, Karl Maton and Lisa Kervin , tres investigadores australianos, en este artículo.
“Si bien la tecnología está embebida en sus vidas, los usos y las habilidades (tecnológicas) de los jóvenes no son uniformes”. En otras palabras, se podría pensar que las diferencias dentro de la generación digital son tan importantes como las diferencias entre generaciones.
Otro artículo de especialistas en educación que investigaron los hábitos tecnológicos de estudiantes en dos universidades británicas sostiene que los jóvenes estudiantes, lejos de estar perfectamente familiarizados con las herramientas tecnológicas, las usan más bien con fines recreativos y están alejados de la imagen que los representa como impacientes ante los metodos lineales y pasivos de aprendizaje. Los estudiantes saben tanto (o tan poco) como sus profesores. Un reciente informe de la OCDE, New millennium learners in higher education: evidence and policy implicationsmuestra datos similares.

Henry Jenkins, el especialista en la cultura de la convergencia y titular durante varios años de la cátedra de medios comparados del MIT, tampoco lo convence mucho el discurso de los inmigrantes y nativos digitales. En primer lugar, dice Jenkins, los términos son ahistóricos.”Dan lugar al mito de que esta es la PRIMERA generación en la que los chicos saben más de tecnología que sus padres. Ha habido una serie de brechas generacionales alrededor de la tecnología en el último siglo o más”. En segundo lugar, al identificar a toda una generación como inmersa en la tecnología, borra las fronteras de clase: “la metáfora de los nativos digitales no reconoce ni la brecha digital (en cuanto al acceso de los jóvenes a la tecnología) ni la brecha de participación (en el acceso de los jóvenes a las habiidades sociales y competencias culturales necesarias para participar plenamente en la cultura digital emergente)”. Y en tercer lugar, dice Jenkins, ignora los espacios de afinidad de la cultura participativa (de los bloggers, fans y gamers) que permite que jóvenes y adultos interactúen. “En casi todos los casos, las nuevas culturas de participación han sido construídas por jóvenes y adultos trabajando juntos”.
En otra entrada de su blog, Bullen cita un libro de reciente aparición, Born Digital, en la que sus dos autores, John Palfrey y Urs Gasser, hacen una importante advertencia acerca del alcance de la generación digital:

“La gran mayoría de los jóvenes nacidos en el mundo hoy no está creciendo como nativos digitales. Existe una enorme brecha entre los que son nativos digitales y los de la misma edad, pero que no están aprendiendo tecnologías digitales y viviendo sus vidas de la misma manera. Para miles de millones de personas en todo el mundo, los problemas que enfrentan los nativos digitales son meras abstracciones”

La generación Y, según el documento de investigación de la Universidad de Navarra (2008)  al que tuvimos acceso a partir de la bibliografia de la materia Poe II, tiene acceso a la información, algo que antes nunca se ha dado. Esto es tan importante ya que en su rol de consumidores han provocado un cambio de paradigma. Ponen en jaque a cualquier vendedor cuando se acercan a observar o comprar cualquier artículo tecnológico. Son hijos de su tiempo, postmodernos. Están inmersos en preocupaciones ecológicas y son sensibles a los problemas sociales y están abiertos a nuevas corrientes ideológicas además de ser sensibles a la injusticia. Los conceptos de motivación y valores son conceptos de la generación X (personas nacidas entre mediados de los sesenta y mediados de los setenta, eran jóvenes o adolescentes  en los ochenta) o incluso de la anterior, generaciones que dieron paso, el gran paso, de pasar de una concepción mecanicista del trabajo a una mucho mas abierta, en la que el trabajo representa no solo una forma de sobrevivir económicamente sino también una fuerte satisfacción y desarrollo personal. El trabajo es bueno entonces también desde una mirada psicológica y antropológica. 
Estos jóvenes también cuentan con una tribu o subgrupo, una elite con estilos de vida de la generación. Los CBP (Cosmopolitan Business people) o PCE (personas cosmopolitas de empresas) tienen características homogéneas independientemente de su origen cultural, racial o geográfico. Utilizan varios idiomas para comunicarse, con nivel educativo alto, de posgrado o especialización en alguna institución de prestigio y red de amistades distribuida por todo el mundo. Tienen experiencias profesionales multinacionales, aficiones variadas y en su forma de vida utilizan las nuevas tecnologías como algo cotidiano. Buscan carreras brillantes, altos salarios y las multinacionales. Todo un desafío para las organizaciones actuales.

viernes, 14 de octubre de 2011

Y Generation


Son vanguardistas, marquistas y descontracturados en todo aquello relacionado con la tecnología. ¿Redes sociales?, si pero sólo como medio.
Con edad suficiente para decidir sobre su vida y sus propios gastos, los jóvenes que integran la denominada “Generación Y” se han convertido en objeto de deseo de las marcas alrededor del mundo. Conocer sus comportamientos, saber cómo piensan y qué prioridades tienen, es hoy clave para las gerencias de marketing de pequeñas y grandes compañías.
Mec Consultores Asociados realizó en Rosario una investigación cualitativa para conocer los hábitos de consumo de estos jóvenes educados en la cultura de la interactividad y de Internet. De la misma se desprende que el concepto de “rapidez e inmediatez” los acompaña a diario. Su día se compone de tantas actividades que podrían ser representadas como flashes o instantáneas, y esto está directamente vinculado con la necesidad de gratificación variada e inmediata de la Generación Y.
Sus actividades semanales incluyen el trabajo, el estudio y el esparcimiento, buscando siempre cierto nivel de diversificación permanente. De hecho, en el trabajo procuran “evitar” las tareas consideradas “monótonas” y negociarían que exista “diversidad” en sus tareas cotidianas. Esto podría llegar a constituirse en un punto de negociación antes de aceptar un puesto de trabajo y también una vez que son parte de la empresa.
Estos jóvenes gastan su dinero en: alquiler, impuestos y servicios, vestimenta y “productos tecnológicos”, salidas (recreación). “Un dato que se desprende del estudio es que la mayoría de ellos ahorra y los motivos principales de ese ahorro serían: tener la vivienda propia, vacaciones anuales, y la adquisición de medio de movilidad (auto, moto)”, explicó el director de Mec, Ariel Secondo.
Educados en la era tecnológica, prefieren el face to face
Dentro de lo que es esparcimiento, la mayoría prefiere actividades al aire libre y que impliquen sociabilizar cara a cara con sus pares como caminar, correr, ir al gimnasio, tomar mate con amigos en el parque, o salir a tomar algo con amigos.  Paradójicamente, no se mostraron demasiado interesados en navegar por Internet o utilizar la computadora en sus momentos de ocio.
Todos trabajan con PCs durante su jornada laboral, por lo que el “no usar la PC” sería una forma de marcar la diferencia entre estar o no trabajando.Todos tienen celular, Internet en casa y PC o notebook, sin embargo, y a diferencia de lo señalado por la literatura de negocios respecto del uso de redes sociales; en los grupos indagados –si bien son usuarios–las redes tales como Facebook o Twitter limitarían su relevancia a ser solo un medio.
Es decir, su uso estaría de algún modo circunscripto -para estas personas que trabajan en IT-a un nivel utilitario relacionado con estar “conectados” con amigos a los fines de entretenimiento, organizar salidas, agendar actividades recreacionales y placenteras.
Son vanguardistas, marquistas y descontracturados en todo aquello relacionado con la tecnología. Es una generación altamente tecnificada que disfruta del avance de la tecnología y los beneficios que esto trae aparejado. Sin embargo, el contacto face to face es altamente valorado y propiciado por ellos, de hecho lo prefieren para las actividades no laborales.
No planificarían sus actividades recreativas, más bien se dejan llevar por lo que surge en el momento. Lo viven en forma espontánea aunque saben que siempre tendrán alguna actividad de
Calidad de vida ante todo
Esta generación le asigna supremacía absoluta a la búsqueda de calidad de vida. Valoran más el mantener una buena calidad de vida que al exceso de trabajo y privilegiarían las “nuevas experiencias”, probar algo distinto o nuevo ya que –si bien no podría decirse que son revolucionarios, rebeldes o anti sistema–, sí serían curiosos, exploradores y desprejuiciados.
Entienden al trabajo como una actividad adicional dentro de su vida y no como la actividad principal o el eje rector de su existencia: viven el presente y quieren gratificación inmediata a diario e incluso al salir del trabajo “bajan la persiana”.
Otra particularidad es que cambiarían de trabajo con alta frecuencia (semestral) y piensan en el corto plazo por lo que no pueden proyectar a más de tres años. ¿Por qué motivos migran de trabajo?: cuando se aburren sin desafíos nuevos, o sienten que cumplieron un ciclo, que ya aprendieron lo suficiente; también cuando buscan conocimientos específicos en su área de interés que sienten no ofrece su trabajo, y cuando perciben falta de reconocimiento a nivel gerencial o están en desacuerdo con políticas empresariales.
“Si  otros pares han migrado a otras empresas, ellos también se plantean esa posibilidad. De hecho, cuando alguien se va de la empresa, estos jóvenes comienzan a plantearse si pierden su tiempo en el trabajo actual, si son reconocidos como se merecen y, finalmente, si no será momento de irse también”, amplió Secondo.
De esta forma, tienen una gran preocupación por el desarrollo de su carrera profesional. Aunque en su discurso manifiestan que para ascender en las organizaciones se deben cumplir etapas y que es bueno tener un período de aprendizaje prudencial para ganar experiencia, lo que difiere de generaciones anteriores es la percepción sobre el tiempo y los plazos. En esta generación se han acortado notoriamente, para estos grupos, 6 a 8 meses es demasiado tiempo.
Por tanto, en la práctica desean acceder a puestos gerenciales en plazos cortos y cuando no lo logran, buscan cambiar de trabajo. Así, el clima laboral es un factor clave para estos jóvenes al optar por una u otra oferta o bien para permanecer en su trabajo actual.
Hay ciertos compañeros que se perfilan como líderes y el resto los toma como referentes de conocimiento. Así se constituyen pseudo “tribus” que comparten intereses comunes y se brindan apoyo mutuo en el ámbito laboral.
Por otro lado, y a partir de esta interacción en el trabajo, se desarrollaría un vínculo afectivo que forja nuevas amistades: se organizan salidas extra laborales (asados, ir a bailar,etc.) donde se comparten muchas horas. Ese vínculo, que trasciende lo laboral, hace que si alguien migra, los afecte no sólo en lo profesional sino también en lo personal.

Sobre el autor

Marcelo Berenstein:  Director de Emprendedores.News, el portal de habla hispana para emprendedores más visitado. Autor del libro “201 Mensajes para Emprender y Liderar”. Conferencista sobre entrepreneurship, liderazgo y motivación